Para celebrar el cumpleaños 56 del director mexicano Guillermo del Toro hice esta pequeña reflexión sobre los monstruos y fantasmas que navegan sus películas. Se publicó originalmente en el portal Latinus.

Los monstruos siempre han sido amigos cercanos para Guillermo del Toro: criaturas muchas veces incomprendidas en las que él encontró su propio sentido de identidad. Por eso hoy selecciono a mis cinco favoritos de su filmografía: por lo que simbolizan y por su papel dentro de cada historia.

5. Jesús Gris en Cronos

Los viejos y los niños son extremos de la vida, invisibilizados por la sociedad: no los escuchamos y no les ponemos tanta atención. En Cronos, Jesús Gris es un hombre de la tercera edad, accidentalmente transformado en vampiro. La figura de este vampiro, en contraste con los verdaderos villanos de la cinta, caben el amor, la redención y el vínculo inquebrantable entre un abuelo y su nieta.

4. Hellboy en Hellboy

La relación entre padres e hijos es una constante en la filmografía de del Toro. Una de las películas donde la explora de manera más directa es Hellboy, donde el protagonista es un demonio traído de otra dimensión por un brujo malvado, pero criado como un hijo por un hombre de buen corazón. Hellboy representa la lucha interna del ser humano entre lo que su origen le tiene predestinado y las decisiones que puede tomar para cambiar su suerte.

3. Los fantasmas rojos en La cumbre escarlata

Como advierte Edith al inicio de la película, La cumbre escarlata no es una historia de fantasmas, sino una historia con fantasmas. El grupo de espíritus que parecen perseguir a la joven en la mansión Allerdale Hall son la representación de la violencia y el horror que se vivieron en ese hogar. Son rojas como su sangre derramada, como la arcilla que ocultó sus muertes. Existen para proteger a Edith, para que sobreviva y cuente sus historias.

2. El hombre anfibio en La forma del agua

En La forma del agua, como suele suceder en la filmografía de Guillermo del Toro, la criatura es una representación de la imperfección y la vulnerabilidad que causan horror a una masculinidad inflexible y tecnócrata. La belleza del hombre anfibio está en su capacidad para conectar con Elisa, en el ver más allá de las limitaciones de ambos para encontrarse en lo esencial. 

1. Vidal en El laberinto del fauno

El mejor monstruo de Guillermo del Toro es un ser humano. El horror, el odio, la amargura y la ambición están encarnados en Vidal, el capitán que hace imposible la vida de Ofelia en El laberinto del fauno. Vidal es un hombre que usa su deber militar para enmascarar su maldad, que desconoce la misericordia y se regodea en el dolor ajeno. Es un personaje redondo, sólido, que incluso muestra alguna vulnerabilidad en sus ambiciones ególatras.

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